Skip to main content

Si quieres preparar un matcha que no solo sepa bien, sino que también te regale un momento bonito y cuidado, necesitas algo más que el polvo verde. Parte del encanto del matcha está en su ritual de preparación, y cada uno de sus utensilios tiene una función específica que convierte el proceso en una experiencia sensorial, estética y consciente.

En pausa matcha, creemos que cuidarte también pasa por detenerte, tocar, batir, observar, y eso empieza con las herramientas adecuadas. A continuación, te contamos qué necesitas y por qué cada elemento importa más de lo que imaginas.


Chawan – El cuenco

El chawan es el cuenco donde se prepara y se bebe el matcha. Tiene una base ancha y paredes altas para que puedas batir con comodidad sin que se derrame el contenido. Más allá de lo funcional, es el objeto que marca el inicio del ritual: elegir tu cuenco, sostenerlo entre las manos, notar su textura, su peso… todo forma parte de la experiencia.

Tip: escoge un chawan con una forma redondeada y base estable. Evita cuencos demasiado altos o estrechos.


Chashaku – La cucharilla

El chashaku es la cucharilla curvada hecha de bambú que se usa para medir la cantidad de matcha en polvo. Una cucharilla rasa equivale a aproximadamente 1 gramo, y la medida clásica son 2 chashaku por taza. Usarlo aporta precisión y también te conecta con la tradición japonesa, donde hasta este gesto tiene intención.

Tip: guárdalo en un lugar seco y evita sumergirlo en agua, límpialo simplemente con un paño.


Tamizador – El colador

Aunque muchas personas lo pasan por alto, el tamizador (o colador de malla fina) es fundamental para lograr un matcha suave y sin grumos. Al pasar el polvo por este filtro antes de añadir el agua, consigues una textura más fina, un batido más fácil y una bebida mucho más cremosa y visualmente perfecta.

Tip: úsalo justo antes de preparar tu matcha y no lo laves con esponjas metálicas para preservar la malla.


Chasen – El batidor

El chasen es, sin duda, el corazón del ritual. Este batidor artesanal de bambú, con entre 60 y 100 púas, es el que transforma el agua y el matcha en una mezcla espumosa, ligera y homogénea. Se usa con movimientos en forma de “M” o “W” dentro del chawan, y cada uso activa los aromas, la textura y la sensación cremosa tan característica del matcha bien hecho.

Tip: remoja el chasen en agua caliente unos segundos antes de usarlo para suavizar las púas. Nunca lo dejes secar boca abajo.


 Kusenaoshi – El soporte del batidor

Después de preparar tu matcha, el kusenaoshi (ese soporte con forma de campana) ayuda a mantener la forma del chasen y prolongar su vida útil. Además, permite que se seque al aire de forma uniforme, evitando moho o deformaciones. Es un detalle que marca la diferencia si quieres conservar bien tu batidor.

Tip: colócalo inmediatamente después de lavarlo y asegúrate de que esté en un lugar seco.


 Un ritual con sentido

Usar estos utensilios no es solo una cuestión de técnica, sino de intención. Cada uno invita a tomarte un momento, a crear una pausa, a cuidarte sin prisa. En pausa matcha hemos diseñado nuestros kits para que puedas disfrutar de este ritual completo, sin complicaciones pero con todo el cuidado que merece.

 Descubre nuestros kits de preparación con todos los utensilios aquí Compra aquí

Leave a Reply